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Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre!Romanos 8:15 |
Adoptado por Dios
Romanos 8:15 « Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre!»
El tema de la ADOPCIÓN pertenece al tema de la SALVACIÓN: Justificación; Regeneración; Santificación y Adopción. No es que llevan algún orden, ya que como parte de la Obra Salvadora de JESUCRISTO son instantáneas. O sea, son aplicadas a nuestras vidas en el momento que la persona se Convierte al SEÑOR JESUCRISTO, pasando de muerte a vida (Juan 5:24). Nosotros las separamos en el estudio de la Doctrina para una mejor enseñanza, pero nadie puede decir que una o la otra ocurre en un orden o en otro orden.
Hijos de Dios. La Biblia nos enseña que el hombre fue hecho a imagen de Dios (Génesis 1:26) pero para ser hijo(a) de Dios, se necesita una decisión de la voluntad humana individual.
Es a través del arrepentimiento y la fe en JESUCRISTO que una persona recibe el Nuevo Nacimiento.
(Juan 3:3-8) « Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,[a] espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8 El viento[b] sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.»
El Nuevo Nacimiento es una de las Revelaciones más importantes que encontramos en las Escrituras. El Salvador estaba revelando lo que ocurriría después que Él fuera a la cruz del Calvario a dar Su vida por todos. El Sacrificio de JESÚS Abrió el camino a la Redención del hombre.
El hombre, después de la caída de Adán y Eva, quedó enemistado con Dios. Sufrió muerte espiritual, que es separación con Dios.
Ahora JESUCRISTO le dice a Nicodemo que una nueva era había comenzado, y era necesario el cambio interno.
JESUCRISTO le dice a Nicodemo que es necesario Nacer de Nuevo, para poder entrar en el Cielo. Pero nadie puede NACER DE NUEVO si no se ARREPIENTE de sus pecados. Hechos 2:37-38 dice: “Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”.
Esto nos lleva al punto de cómo somos adoptados como hijos(as) de Dios.
El Espíritu de la Adopción. El Texto con el que comenzamos leyendo esta lección nos dice como nosotros por medio del Espíritu de la Adopción, clamamos Abba, Padre. La Palabra Abba es aramea, y es la que nuestro SEÑOR JESUCRISTO usa en Su oración al Padre (Marcos 14:36).
La Palabra quiere decir Padre en un tono familiar, como un niño se dirige a su padre en intimidad respetuosa en una familia patriarcal. Pero para uno clamar PADRE, uno tiene que ser HIJO(A).
En la cultura Romana, la persona adoptada perdía todo derecho en su familia antigua, y recibía todo el derecho de un hijo legítimo en su nueva familia. Barclay agrega:
«Automáticamente quedaba constituido heredero de las propiedades de su nuevo padre. Aunque después le nacieran a éste otros hijos, eso no afectaba a sus derechos. Sería inalienablemente coheredero con ellos.»
Cuando una persona «nace de nuevo», él o ella recibe todo los privilegios y responsabilidades de un hijo(a) en la Familia de Dios.
Los Hijos(as) reconocen al Padre. Hemos visto ya que para ser hijo(as) de Dios, hay que ser adoptado por medio del Nuevo Nacimiento. Ahora veamos como los verdaderos hijos(as), reconocen a Dios como Padre.
Nadie puede orar como nuestro Salvador oró al Padre, o como leemos aquí en el Texto que el apóstol Pablo está hablando en Romanos, sin que verdaderamente reconozca a Dios como Padre.
Aunque es común que la gente ore a Dios bajo diferentes circunstancias sin ser hijos de Dios, también hay mucha gente que habla con nuestros padres y madres terrenales sin ser hijos o hijas.
Pero es muy diferente cuando el hijo o la hija habla con sus padres.
El tono es AFECTIVO.
Usa el tono de un hijo(a).
Se dirige con confianza.
El hijo(a) sabe que es Hijo(a) y se dirige con todos los derechos de un hijo(a).
Es igual con aquel que ha encontrado a JESUCRISTO como Salvador, y puede orar con toda confianza ABBA, PADRE.
Los Hijos(as) han sido liberados del temor. Romanos 8:15 « Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre!»
Toda persona que no conoce a JESUCRISTO como Salvador y SEÑOR de su vida todavía está muerto(a) en sus pecados. Así éramos cada uno de nosotros.
Es más, éramos esclavos del miedo, ya que el mismo pecado produce miedo porque estábamos separados de DIOS.
Pero ahora que somos HIJOS DE DIOS, hemos sido liberados del miedo, ya que, como HIJOS, tenemos VIDA ETERNA en CRISTO JESÚS.
Los Hijos(as) son herederos de Dios. (Romanos 8:16-17) « El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.»
El ser humano casi siempre piensa en la herencia material, el dinero, propiedades etcétera. Pero la Biblia nos muestra que lo más importante para una persona es aquello que no perece, que no se corrompe, y es la herencia de la Vida Eterna.
En la oración que nuestro Salvador le hace al Padre un poco antes de ir a la cruz, le pide que sus hijos compartan de Su Gloria.
Juan 17:24 dice: « Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.»
Para concluir, habiendo sido partícipes de la naturaleza divina por medio de JESUCRISTO, también seremos partícipes de la Gloria Eterna con nuestro Salvador y nuestro Padre Celestial.
¡A Él sea la Gloria y toda la Alabanza, Amén!
Fuente: Pastor Daniel Brito
Adopción asombrosa, herencia inigualable – Jairo Namnún (La IBI)
En esta página si tú has sido invitado a realizar el ejercicio, lo que tienes que hacer es:
Tomar el versículo de hoy Romanos 8:15, tienes que hacer un escrito de lo que tu entiendes y si ha significado algo en tu vida, y mandarlo a la persona que te han indicado.
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