Tal vez estás pasando por una situación difícil y llegaste a un punto donde lo único que puedes decir es: “Dios, no puedo más. ¡Ayúdame por favor!”
Dios presenta a su Hijo como el Consejero que necesitamos en nuestra vida.
Hay temas que afectan en nuestras vidas y de las que habla la Biblia, Conócelas—>
En la vida hay momentos buenos y momentos malos, donde necesitamos la guía de la Palabra de Dios, si quieres conocer más, sígueme —>
Hay tantas situaciones en la vida, donde necesitamos consejería, por eso…
¡Nos gustaría ayudarte con aquello que te preocupa¡
¡CONTACTA CON NOSOTROS AHORA! – ¡ADELANTE! —>
¡Necesito ayuda¡
La iglesia somos todos y estamos en cada momento para apoyarnos, especialmente a los más vulnerables. Es por esto que queremos ser de apoyo espiritual y emocional para toda la iglesia y cualquier persona que lo necesite a pesar de no poder estar de forma presencial.
Una persona se pondrá en contacto contigo por el medio que tú nos indiques con el objetivo de ser de apoyo emocional y espiritual en estas situaciones adversas.
– ¿Cómo funciona?
- Primero que todo, ¿Necesitas ayuda?. Esto no necesariamente significa pensar en algo físico, puede ser cualquier emoción dolorosa y cualquier momento con el que necesites apoyo. Entonces, contactas con nosotros. Tu primer mensaje puede decir cualquier cosa. Las palabras clave como “INICIO”, “COMIENZO” y “HOLA” nos ayudan a identificar las maneras en que la gente se entera de nosotros.
- La primera vez te pediremos algún dato personal para cumplir con la LOPD. En el momento que un consejero esté libre te atenderá. El consejero puede brindar apoyo, pero no asesoramiento médico.
- Cuando te comuniques con el consejero, éste se presentará, reflexionará sobre lo que has dicho y te invitará a compartir a tu propio ritmo.
- Luego, tendrás un intercambio de conversación con el consejero. Nunca tendrás que compartir nada que no quieras. El consejero te ayudará a ordenar tus sentimientos o necesidades haciendo preguntas, empatizando contigo y escuchándote activamente.
- Por lo general, la conversación termina cuando tú y el consejero os sentís bien decidiendo que la urgencia de la necesidad se ha cubierto, o te encuentras en un lugar “tranquilo” y seguro.
- El objetivo de cualquier conversación es hacer todo lo que esté en nuestra mano para ayudarte. A veces, eso significa brindarte una referencia para que puedas recibir más ayuda y, a veces, solo significa estar allí y escuchar. Una conversación suele durar lo que cada persona necesita.
- Ahora dejamos esta decisión en tu mano, no dejes pasar este momento.