el-abrazo-de-dios

El eterno Dios es tu refugio,
Y acá abajo los brazos eternos;
El echó de delante de ti al enemigo,
Y dijo: Destruye.

Deuteronomio 33:27

«¡Señor abrázame fuerte! Necesito tu calor de Padre
Te necesito tanto, no me dejes sola»
«Mi princesa, Soy tu Padre y siempre estoy contigo, nunca te he dejado»

Después de leer estas palabras no queda mucho por decir, Dios resume todo lo que necesita una persona saber cuándo dice: «Soy tu Padre» «Siempre estoy contigo» «Nunca te he dejado»

¡Qué maravilloso es saber que Dios nunca abandona a sus hijos!

En el mundo todo tiene su tiempo, un principio y un final, pero Dios es infinito, eterno; le conoce a usted desde antes de estar en el vientre de su madre. Jeremías 1:5: «Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones».

Durante el transcurso de nuestra vida, pasamos por muchos momentos de pérdidas muy dolorosas, pero finalmente tenemos que comprender que es la ley de la vida. Pero el amor de Dios jamás lo podremos perder, salvo que así lo decidamos dándole la espalda y viviendo como si no existiera.

¿Quién no necesita un amor incondicional, un abrazo, un oído que con generosidad le escuche y comprenda? ¿Quién no busca a alguien con quién pueda transitar confiado por la vida, sin el temor de que en algún momento lo pueda traicionar o abandonar?

El ser humano no puede garantizarle a nadie que así será, pero Jesús sí, porque lo demostró con su sacrificio en la cruz, entregando su vida por amor para que todos los que en Él crean no se pierdan y sean salvos por toda la eternidad.
Podemos comprobar con su sacrificio que es confiable y además como siempre digo, que solo a Él lo podemos recomendar a todos, porque sabemos que nunca nos va a dejar mal.

Porque la Biblia dice en Juan 6:37: «Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera».
¿Estará preparado hoy para correr a los brazos de Jesús y entregarle todas sus cargas, problemas, enfermedades, soledad, desconsuelo, depresión, necesidades?

Debe saber que Jesús solamente espera su iniciativa, porque jamás lo va a obligar a seguirlo, es una decisión suya, si no se decide por Jesús, usted se lo pierde; solo el Señor puede hacerlo sentir pleno.

Si tiene a Jesús en su corazón, tiene todo lo que puede necesitar, no lo ignore, no se lo merece y a usted no le conviene
.
NO LO OLVIDE, JESÚS LE AMA.

Dígale ahora mismo: «Señor abrázame fuerte, te necesito, corro a tus brazos, no puedo más, me siento débil».
Disfrute del abrazo de Jesús.

Dios lo bendiga
Susana Goglián


El Abrazo Del Padre – David Scarpeta – Grace Español

Anterior Siguiente

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Scroll al inicio