Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscaránOseas 5:15 |
EN SU ANGUSTIA ME BUSCARÁN – Por: Jonathan Bravo
El concepto de angustia a stress ha ido evolucionando a lo largo de estas últimas décadas. Originalmente, se define como un negativo estado emocional. Es la Respuesta General de Adaptación del organismo frente a un estímulo amenazante. Esa respuesta puede ser de dos tipos: enfrentar la situación o huir; lo que en inglés se denomina fight or flight. Frente a esta situación el organismo reacciona preparándose para la lucha o la huída. Es así que se produce un aumento en el ritmo cardíaco, en el ritmo respiratorio, aumento de la presión sanguínea, se dilatan las pupilas, se tensan los músculos, aumenta la glucemia, se libera adrenalina, noradrenalina, los glucocorticoides, etc. Una vez desaparecida la amenaza, el organismo se relaja y vuelve a su funcionamiento habitual, reponiéndose del enorme gasto de energías físicas y emocionales.
Cuando la amenaza persiste, el organismo se mantiene en alerta permanente y se produce lo que en sicología se llama el Síndrome General de Adaptación, que es la angustia crónica. En esta condición, el organismo no cuenta con el tiempo necesario para su recuperación, y comienzan a agotarse sus energías físicas y psíquicas con consecuencias desastrosas.
El concepto moderno de stress, señala hacia las condiciones internas de la persona: sus pensamientos, su carácter, sus valores. Así como a la percepción de lo que está a su alrededor, sus recursos para enfrentar las situaciones que no siempre están en control de sus manos. Y es que por muchas decisiones no siempre acertadas, y quiero decir más bien, decisiones equivocadas y malas, encontramos verdaderas telarañas en una persona, en una familia y para ser realistas: Amplifique esa angustia hacia la ciudad, país y a toda la humanidad. ¡Con razón estamos como estamos! El hermano Clemente, en la semana me contó un chiste cruel, de un perico que siempre pedía ayuda porque le tenía mucho miedo a un marrano que se lo quería comer. Siempre decía “¡Cuídame, porque me quiere comer!” “¡Cuídame, porque me quiere comer!” nadie lo cuidó y un día su miedo se le hizo realidad. Cuando su dueño miró que el marrano ya le había comido casi la mitad, el pobre loro sólo decía “¿¡Y ahora ya pa’ que!?”
La angustia es un terrible mal moderno del que nadie escapa. No hace distinción de clase y condición; muchas veces se pensaría que son las carencias las que ocasionarían esa desesperación, pero No. Le daré de ejemplo al famoso “rey del pop” quien con todos sus millones de dólares también tenía millones de dolores ¡Pobre criatura! Muchos creen que era su conciencia por todas sus aberraciones la que no le dejaba dormir, otros opinaron que se trataba de demonios; el caso es que le debían suministrar frecuentemente, drogas de las más fuertes para hacerlo “descansar” hasta que se les pasó la cucharada y esa droga lo mató.
Muchas veces al ayudar en consejería, las personas (Incluyendo cristianos) aparecen con cada enredo y ese enredo les trae por la calle de la amargura y esquina con desesperación. Una de las cosas que frecuentemente les pregunto es: “Usted estaba bien, todo iba bien cada día y ¿De repente amaneció hoy y usted despertó y se encontró en todas estas condiciones?” la respuesta obvia es “¡No!” y “¿Y cómo fue que se metió en todo esto?” la respuesta es “Poco a poquito” entonces es necesario separar las cosas e irlas solucionando aunque sea mentalmente, una por una y por supuesto con la ayuda de Dios.
Se han construido escalas de eventos estresantes, a la cabeza de las cuales figuran hechos tales como la muerte de un familiar, enfermedad crónica, divorcio, casamiento, mudanza, pérdida del trabajo, exigencia escolar, fracaso en los exámenes, sobrecarga de trabajo y horarios. Se han estudiado distintas características de las personas más predispuestas a sufrir de stress, quienes pueden desarrollar lo que se llama Burnout. Burnout es una palabra de muy fácil equivalencia al español, indica un desgaste intenso, una “quemazón” emocional y física. La persistencia de la situación estresante, y la imposibilidad de recuperarse del organismo, lo llevan a esta condición severa.
Los síntomas de Burnout son
• Agotamiento emocional y Físico (Querer estar dormido)
• Aplanamiento emocional (Andar apachurrado, deprimido)
• Sensación de imposibilidad de enfrentar la situación (No le calienta el sol, Nerviosismo)
• Insensibilidad hacia los sentimientos y necesidades de los otros (Anestesia emocional)
• Sentimiento de desvalorización (No se baña ni se peina, descuido en su persona y ambiente)
• Tendencia al cinismo (Origen de compulsiones e impulsiones descontroladas)
• Explosiones de irritabilidad (No se aguanta ni el mismo)
Las consecuencias médicas, sociales y laborales del Burnout son:
* Deterioro de la salud física y mental: ¡El stress mata! la razón por la que los bebés y los niños tienen mayores probabilidades de sobrevivir es porque no son muy conscientes de la realidad. Entonces se angustian menos. Además de los trastornos emocionales señalados más arriba, el stress y el burnout pueden ser los disparadores de, o agravar enfermedades como, cardiopatías, diabetes, asma, colon irritable, úlcera gastroduodenal, depresión del sistema inmunitario, cáncer, psoriasis, herpes, etc. En el plano de los trastornos mentales, puede influir en el curso de la enfermedad bipolar, esquizofrenia, descompensaciones psicóticas, tendencia a la agresión a la auto agresión, suicidio, etc.
* Insatisfacción personal y laboral: el individuo se ve imposibilitado de disfrutar las actividades que habitualmente le brindan satisfacción.
* Reducida productividad en el trabajo, deteriorando sus relaciones laborales e instalando otro círculo vicioso de mayor exigencia-imposibilidad de cumplir-mayor stress
* Ausentismo escolar y laboral, como consecuencia del agotamiento y deterioro de su salud.
* Deterioro de las relaciones familiares y personales por los cambios en su conducta, en su carácter, en sus actividades, se vuelve un peligro para sí mismo y para quienes le rodean.
A estas alturas de la enseñanza es pertinente preguntarse ¿qué nos protege del burnout? ¿Cómo vivir el presente sin la culpa del pasado y la ansiedad del futuro? Dejemos de pensar que somos un cocktel de hormonas y sustancias, tenemos responsabilidad individual, dejemos de ser ese “manojo de nervios” y miremos el diseño de Dios para lo que es El Ser Humano. Tenemos un espíritu, una alma y un cuerpo.
Esta enseñanza no es un mensaje de autoayuda o de superación personal tiene que ver con Dios, tiene que ver con esa responsabilidad individual y colectiva ante Dios, El Señor. Él es quien ha dispuesto las maneras adecuadas de vivir y cuando le desconocemos o desplazamos, acarreamos muchos males sobre nuestras pobres vidas.
Los consejos de “autoayuda” (Y en realidad no son malos en sí mismos, lo malo es que se andan por las ramas) son muy conocidos. Mire, si usted va a una clase o a alguna terapia para aprender a “controlar” su angustia (Aprender a vivir con su stress) le van a decir que debe hacer algo como lo siguiente: Percibir el stress, no negarlo. Darse cuenta de qué cosas lo estresan. Determinar cómo reacciona su cuerpo al stress. Las técnicas de relajación. Aprender a respirar lenta y profundamente para permitir volver a la normalidad el ritmo cardíaco y respiratorio, Hacer ejercicios aeróbicos no competitivos para reducir la tensión en el momento agudo del stress, Nadar, caminar, andar en bicicleta, Comer balanceadamente, evitando estimulantes como nicotina, alcohol, cafeína, etc. Alternar el trabajo con el placer, Dormir el tiempo suficiente, Desarrollar relaciones personales mutuamente gratificantes, Buscar más apoyo emocional, Plantearse metas realistas sin exigirse demasiado, Estar preparado para algunas frustraciones, penas y fallas, y permitirse no ser perfecto. ¿Qué le parece? Se oye bien, ese modo de pensar es muy atractivo, impresiona, claro que impresiona y tiene poder para cautivar a esta generación enferma del alma.
Esta enfermedad endémica de nuestra época, sin embargo, no es de las que sanan con trucos simplemente civilizadores. Se necesita algo más que terapias mentales y físicas para arrancar del hombre el pecado y sus consecuencias. Tengo algunos amigos incrédulos (Ellos preferirían que les adorne un poquito y les llame escépticos) y uno de ellos me dijo: “No sé cómo tu puedes tener fe en alguien a quien no ves” le expliqué que Dios se ha manifestado de muchas maneras, que El nos ha dado la capacidad de creer y confiar en El, que dependemos de una vida de Fe y de obediencia a Su Voluntad expresada en Su Palabra, La Biblia y lo que es mejor y muy claro ¡Funciona! Hace gente feliz, limpia, ordenada, con esperanza, bendecida y que uno entra a tal relación y modo de vivir que es más fácil creer que no creer. ¡No lo entendió! Y no lo entenderán hasta que reconozcan que hay una dimensión espiritual, que Dios tiene razón cuando señala el pecado en las vidas, o hasta que estén ¡a punto de reventar!
La semana pasada sucedió esa terrible desgracia en Haití. No me estoy burlando, oramos y lloramos con algunos de ustedes, intercediendo por esas personas. ¡Son seres humanos! Si, fue una desgracia, se está hablando de hasta más de 250 000 muertos, algo así como el equivalente a la población de aquí de Santa Rosa, CA. Dondequiera se hablaba y se habla de ayudar a los ahora famosos “hermanos Haitianos” pero nadie habla del rechazo que han hecho a Jesucristo y al Evangelio, de la mezcla del vudú con la religión romana y cuando alguien habla de esos pactos que han hecho con El Diablo, todo el mundo se ofende. Poco a poco se van descubriendo cosas y por ejemplo: ¿Sabía usted que Haití era en proporción de su población, el país más infestado de SIDA en América? Tanto que el presidente Clinton fue comisionado en el 2007, especialmente para estudiar opciones de atención y medicina a bajo costo para algo que se llegó a pensar que acabaría con la población de La Isla.
¿Qué tiene que ver Haití y su tragedia con nosotros y el resto del mundo? Pues que evidentemente se acusa depravación, perversión, maldad, rebelión contra Dios y vivir según sus propios pensamientos, Dios quiera que la gente en Haití reaccione y busque a Dios. Le pedimos al Señor que los cristianos de allá se afirmen. Más de 100 000 niños quedan huérfanos y ya los están negociando para adopción. ¡Qué terrible pena! Dios guarde a esos niños y los ubique en hogares donde puedan ser rescatados verdaderamente. La ignorancia también tiene muchos hijos, se llaman: fanatismo, religión, tradición, vicios, codicia y muchos otros con otros nombres.
No somos profetas de desgracias, quisiéramos hablar solo cosas buenas, pero es necesario señalar la verdadera raíz de las cosas. ¿Qué les espera a las personas que viven según sus propios caprichos? ¿Qué le espera a California con todas sus perversiones? ¿Qué podemos esperar en esta nación que cada vez se aparta más y más de Dios? ¡Les espera todo, menos Paz!
Isaías 48:22 “No hay paz para los malos, dijo Jehová.”
Isaías 57:20,21 “Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.”
Mire que más dice La Palabra:
“En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.” Lucas 13:1-5
Allí mismo en Lucas 21: 25 y 26, mire como se refiere a esa angustia entre otras muchas señales de los tiempos finales:
“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;
desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas.”
Si alguien trae una versión más antigua va a mirar que dice: “Secándose los hombres de angustia” Y ¿Cómo no se van a secar? Y mujeres y jóvenes y ancianos y de toda clase y condición. Miremos más Escrituras que nos aclaren y dirijan correctamente hacia Dios.
Deuteronomio 28:65-67 (habla de recibir maldición en lugar de bendición)
“Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma; y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida. Por la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos.”
Hageo 2:17
“Os herí con viento solano, con tizoncillo y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis a mí, dice Jehová.”
Amos 4:6-13
“Os hice estar a diente limpio en todas vuestras ciudades, y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. También os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la parte sobre la cual no llovió, se secó. Y venían dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban; con todo, no os volvisteis a mí, dice Jehová. Os herí con viento solano y con oruga; la langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares; pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová. Envié contra vosotros mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, con cautiverio de vuestros caballos, e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. Os trastorné como cuando Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón escapado del fuego; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel. Porque he aquí, el que forma los montes, y crea el viento, y anuncia al hombre su pensamiento; el que hace de las tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra; Jehová Dios de los ejércitos es su nombre.”
El Yo es la verdadera sede de la angustia. Esa angustia juega un papel como una señal de alarma que advierte al Yo de una amenaza en lo que desagrada al Yo y a la moral en la conciencia. Esta angustia desaparece cuando se descubre a través de la Biblia que Dios existe, que ha creado a la humanidad y dirige la historia, cuando uno es cristiano, se sabe amado, salvado y guardado por Jesucristo y las promesas para esta vida nos dan certeza y esperanza de seguridad y la promesa de la vida eterna, Incluso, quita hasta el miedo a la muerte.
Esto es algo milagroso, y porque somos espíritus, El Espíritu Santo suministra una nueva calidad de vida conocida como El Fruto del Espíritu Santo. Muchos de ustedes ya saben de lo que hablo; es algo automático que sigue a la entrega de nuestra vida al Señor, sin embargo, debemos aprender a construir esa convivencia con El Espíritu Santo, permitiéndole que nos llene y nos guie. No sé si usted, ¡pero yo prefiero esa nueva manera de vivir! ¡El Espíritu Santo es lo que Usted necesita, recíbalo, obedézcalo y no busque más!
Gálatas 5:19-26
“Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por El Espíritu, andemos también por El Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.”
El Señor dice: Juan 14:27
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”
Y el Apóstol Pablo Ordena: Filipenses 4:6,7
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
Mire vaya conmigo a Salmos: 120, 121, 122, luego 123, 124, 125, después 126, 127, 128, y ahora 129, 130, 131 y luego 132, 133 y 134. Estos salmos los cantaban los peregrinos mientras subían al templo en Jerusalén. Era largo el camino y lo tenían medido a pasos y con estos 15 salmos. Están magistralmente correspondientes a: 1.Gran Angustia, 2. Gran Liberación y 3. Gran Bendición. Cuando llegaban entonces cantaban salmos del 135-138 de Alabanza, Adoración y Gratitud. Lo importante aquí es que actualmente cada uno lleva cantando y viviendo su propio Cántico Gradual. Allí se lo dejo de tarea, ¡Gócese!
¿Ya se cansó de tanta Palabra? Bueno, no es su culpa, pero como inicié con mucha información clínica acerca de la angustia, ahora nos aguantamos. ¡No se espante, ya casi terminamos! Pero disfrute Lo que El Señor dice, es de grande Bendición. ¿Lo estoy desesperando? Yo soy su amigo, ¿Para qué son los amigos? y aquéllos que tienen buenas relaciones personales están menos propensos a sufrir de stress. Proverbios 17:17 “En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.”
Mire, Las profecías hablan de Construir El Templo en tiempos angustiosos y en medio de angustia para Jacob. Sin embargo (y con mucho respeto para los escatológos quienes hablan de construir un tercer templo en Jerusalén) Yo veo cómo La Iglesia, El Templo Santo, La Casa de Dios, La Morada del Espíritu, se está edificando en medio de estos tiempos angustiosos.
“Porque habrá entonces grande aflicción, cual no fué desde el principio del mundo hasta ahora, ni será. Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.”
Mateo 24:21-22.
Dios es Bueno, hermanos. ¿Quiere dejar sus angustias, todas? Mire lo que nos aconseja hacer para que no nos pase como al loro del chiste, para que no nos quejemos cuando sea demasiado tarde:
Salmo 50:14-23
“Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo; E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás. Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca? Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras. Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu parte. Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño. Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; Contra el hijo de tu madre ponías infamia. Estas cosas hiciste, y yo he callado, Pensabas que de cierto sería yo como tú; Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos. Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios; No sea que os despedace, y no haya quien os libre. El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.”
Salmo 91:14-16
“Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.”
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” 2 Crónicas 7:14
Salmo 32:6,7
“Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él. Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás.”
Salmo 25:15-22 “Mis ojos están siempre hacia Jehová, Porque él sacará mis pies de la red. Mírame, y ten misericordia de mí, Porque estoy solo y afligido. Las angustias de mi corazón se han aumentado; Sácame de mis congojas. Mira mi aflicción y mi trabajo, Y perdona todos mis pecados. Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado, Y con odio violento me aborrecen. Guarda mi alma, y líbrame; No sea yo avergonzado, porque en ti confié. Integridad y rectitud me guarden, Porque en ti he esperado. Redime, oh Dios, a Israel De todas sus angustias.”
La promesa de Dios para su pueblo es “En su angustia me buscarán! ¡Qué seguro está El Señor de eso! Pero también afirma: “y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.” Jeremías 29:13. Es muy importante definirse, o buscamos a Dios o lo más seguro es que nos destruirá la angustia. Hágalo hoy, Entregue su vida con todas sus cargas a Cristo porque las tinieblas ya están envolviendo esta tierra.
¡Tenemos Hambre de Dios! Parte I
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