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Dios, Dios mío eres tú;
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Cuando no tengo ganas de leer mi Biblia
Hace algunos años tuve una conversación que nunca voy a olvidar. ¡Está atorado en mi cerebro y se niega a irse! De alguna manera nos topamos con el tema de Dios, la Biblia y devocionales personales.
Mi amigo me explicó lo que significaba para él el estar obsesionado con Jesús. Me dijo que le gusta sentirse altamente emocionado por Dios y la Biblia. Me dijo que le gusta asistir a tantas conferencias como le fuesen posibles, escuchar música cristiana movida y hacer cosas que recarguen su pasión.
A pesar de que sus intenciones eran buenas, pienso que su plan era deficiente.
Después de aquella conversación, estuve pensando seriamente. Estaba en desacuerdo con su lógica, y quise aclarar mis pensamientos sobre el por qué.
Esto es lo que se me ocurrió.
Estamos tan alentados a vivir por nuestros sentimientos:
«Sigue tu corazón»
«Haz lo que te haga sentir bien»
«Escucha a tu voz interior»
Estos son los mensajes con los que nos alimenta nuestra cultura. Podrán sonar buenos, pero son lo contrario de como Dios quiere que vivamos. En ninguna parte de la Biblia vemos a Dios decir, «si te apetece.» Por ejemplo, la Biblia no dice, «Honra a tu padre y madre… si estás de humor.» No da un mandamiento con lagunas o con botones de salida.
Es por eso que tengo un problema con las relaciones estrictamente basadas en sentimientos por Dios. Los sentimientos vienen y van, pero la Verdad permanece para siempre.
En lugar de ser chicas que basan nuestra relación con Dios en los sentimientos, viviendo entre momentos de intensidad «espiritual», seamos chicas que:
– Basen su relación con Dios en la Verdad.
– Busquen la Palabra de Dios cada día no importando como se sientan.
– Estudien y crezcan en un entendimiento de las Escrituras aún cuando nuestro horario esté apretado.
– Escojan obsesionarse con la Biblia porque sabemos que es lo mejor para nosotras.
Quiero ser esa clase de chica. ¿Tú no?
Si respondiste «sí,» aquí hay cuatro consejos que te ayudarán a estar obsesionada y a mantenerte obsesionada con la Palabra de Dios, especialmente cuando no tienes ganas.
– Establece metas personales
Con frecuencia no tenemos progreso porque no tenemos metas. Estoy muy asombrada de lo diligente que soy cuando tengo metas en las que yo soy el centro. En vez de esperar a que sientas ganas de leer la Biblia, ponte algunas metas y trabaja sobre ellas.
Aquí hay algunas ideas:
– Quiero pasar quince minutos diarios en la Palabra de Dios.
– Quiero leer el Nuevo Testamento este año escolar.
– Quiero memorizar Salmos 1.
– Rinde cuentas
No trates de motivarte a ti misma por tu cuenta. Encuentra a alguien que te ayude a ser responsable con tus metas. Tener a alguien que te pregunte sobre tu vida espiritual es de gran ayuda.
– Encuentra un grupo de estudio
Personalmente soy muy bendecida con mi grupo de estudio bíblico. Me encantan las conversaciones, la disponibilidad, la enseñanza y el modo en el que soy obligada a profundizar en la Palabra. Recomiendo encontrar un grupo de estudio en tu iglesia local que te ayude a estudiar la Palabra.
– Deja que la Verdad te guíe
No bases tu relación con Dios solo en tus sentimientos. Te garantizo que tendrás docenas de días en los que te vas a sentir que no tienes ganas de leer tu Biblia. Si tu vives por sentimientos, tu relación con Dios sufrirá. ¡Elige vivir en la verdad! Elige levantarte temprano y buscar a Dios sin importar como te sientas.
Aquí está un versículo para orar por ti misma cuando no sientes que estás obsesionada con la Biblia:
Oh Dios, tú eres mi Dios; te buscaré con afán.
Mi alma tiene sed de ti,
mi carne te anhela cual tierra seca y
árida donde no hay agua. (Salmos 63:1)
Cuando te levantes por la mañana y no tengas ganas de leer tu Biblia, recita este verso como el clamor de tu corazón
Seguramente tendrás otros recursos cuando no tienes ganas de leer la Biblia.
Pero lo importante es implementar tus propias sugerencias para hoy en tu vida.
¿Por qué me cuesta leer la Biblia? | David Scarpeta | Grace Español
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