Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimientoLucas 15:7 |
Una oveja sin pastor, es una oveja que se ha perdido, se ha desorientado y está en gran peligro.
En la Palabra de Dios se menciona que muchas personas estaban “como ovejas sin pastor”; y aunque el significado es un tanto obvio, hay algunos elementos culturales que nos pueden ayudar a profundizar esta enseñanza.
Una oveja sin pastor no se alimenta bien. Las ovejas no tienen la capacidad de encontrar pastos jugosos y abundantes por sí mismas. A menos que sean dirigidas al lugar correcto, su tendencia natural será comer en el mismo lugar, o en pequeños círculos, de manera que no quedarán bien alimentadas y sufrirán desnutrición.
Una oveja sin pastor no se puede proteger de las enfermedades. Hay plagas que dañan a las ovejas, y que pueden controlarse fácilmente, si hay un pastor cerca. Por ejemplo, poner aceite en las heridas producidas por los cardos, o en las fisuras en donde larvas pretenden anidar, evitará una complicación mayor en la salud de la oveja.
Una oveja sin pastor no se puede proteger de los depredadores. Los lobos y otros animales amenazan con robar y matar a la oveja que está desprotegida; por el contrario, la sola presencia del pastor llega a ser suficiente para disuadir los ataques de los enemigos de su rebaño.
Una oveja sin pastor puede perderse camino a casa. La oveja no tiene la capacidad de orientarse en los valles y fácilmente se pierde si no es guiada por el pastor, ya que su tendencia natural es seguir a alguien.
Así era la condición de muchas personas cuando Jesús les relata esta parábola.
Lucas 15:1-7 15:1 Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, 15:2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. 15:3 Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: 15:4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? 15:5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; 15:6 y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. 15:7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
A- ¿Usted está entre las NOVENTA Y NUEVE?
1. Gracias a que alguien llegó hasta usted y le atrajo al Redil del Señor Jesucristo, el Pastor del Rebaño.
a- El día que usted llegó, se hizo fiesta en el cielo. El Señor dijo que cuando un pecador se arrepiente, hay fiesta con los ángeles en el cielo.
B- ¿Quién puede ser esta oveja número 100?
1. ¿Usted mismo?
2. ¿Su hijo?
3. ¿Su cónyuge?
4. ¿Su suegro/suegra?
5. ¿Su empleado?
6. ¿Su amigo?
a- Recuerde que la oveja número 100 es todo aquel “vive lejos de Dios”, practicando todo aquello que un día atraerá la ira de Dios sobre él.
b- Recuerde que no deberá ser rechazado por lo que es socialmente, o por sus prácticas pecaminosas. El representa a la oveja número 100
c- Dios se alegra cuando se encuentra a un pecador que se había perdido.
Los hombres pueden perder la esperanza, pero Dios no.
Dios ama a los que no se han extraviado; pero hay una alegría indecible en su corazón cuando uno que estaba perdido es hallado.
C- ¿Cuándo sale Dios a buscar a la oveja número 100?
1. Es ¡Ahora! Es ¡Ya!
2. No hay tiempo que perder.
a- Dios ama a los perdidos.
b- Él entregó su vida por cada uno de los perdidos, para que sean salvos.
c- Recuerde las palabras que el Padre pronunció: “ Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”. (Juan 3:16)
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