| 1 – Yo pensaba que … ¿De dónde venimos? ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Hacia dónde vamos? No podemos ignorar estas preguntas. Todos, sea cual sea el continente, el momento en la historia de la humanidad, la cultura o el idioma; todos tenemos ese mismo sentimiento de que hay algo más y necesitamos encontrar respuestas. |
| 2 – Yo pensaba que … El ser humano es una cosa curiosa. A menudo, estamos tan preocupados con las muchas obligaciones que tenemos: el trabajo, los estudios, las facturas, la hipoteca… y es entonces cuando tenemos que pararnos y pensar, ¿por qué estoy haciendo lo que hago? La pregunta es, ¿cómo no dejar de tener claro lo esencial? |
| 3 – Yo pensaba que … ¿De quién son las cartas? ¿De quienes las escriben o de quienes las reciben? Esta es una carta de amor por ti, una carta como no has recibido otra antes. Este es un mensaje que ha cruzado océanos de tiempo para llegar a ti. |
| 4 – Yo pensaba que … No es quien te han dicho que es. No cabe en la imaginación humana. Fue real, anduvo, respiró y vivió en esta tierra. Sus enemigos eran incapaces de alejarse de él, lo odiaban tanto como lo admiraban; lo admiraban secretamente, tanto como lo despreciaban públicamente. Alguien así, alguien tan extraordinario, ¿no será capaz de aportarte algo? |
| 5 – Yo pensaba que … Quizás pensabas que iba a ser más fácil cambiar aquello que no te gusta de ti, aquello que te hace daño, y sin embargo, nada parece cambiar. Sigues siendo la misma persona con las mismas debilidades, con las mismas tentaciones, con las mismas caídas… ¿Por qué nos cuesta cambiar tanto? |
| 6 – Yo pensaba que … Parece que Dios se ha olvidado de este mundo. Hay quien dice que, si existe, es sordo, ciego y manco. Ni robots programados ni mascotas adiestradas, somos seres humanos responsables. No es más rico el que tiene mucho sino el que da mucho… Y lo más valioso no es dar dinero, es darse uno mismo a los demás. |
| 7 – Yo pensaba que … La libertad es un regalo curioso. Dios te ama tanto, que respeta tu decisión cueste lo que cueste. Aunque eso implique perderte para siempre. A veces pienso que más nos valdría no ser libres. Pero tú ya no serías tú. Y Dios ya no sería amor. Me pregunto cómo va a terminar esta historia. |
| Anterior | Siguiente |