Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.Mateo 26:38 |
INTRODUCCIÓN
1. La última cena de Jesús con Sus discípulos había terminado…
a. Había predicho la traición de Judas – Mt 26:21-25
b. Observó la Pascua, instituyendo la Cena del Señor – Mt 26:26-30
c. Entonces predijo que Pedro Lo negaría, cuando salieron al monte de los Olivos – Mt 26:31-35
2. Jesús y Sus discípulos vinieron entonces a un lugar llamado Getsemaní…
a. Un jardín a las afueras de la ciudad, al otro lado del torrente de Cedrón y el monte de los
Olivos
b. Su nombre significa “lagar”, y fue posiblemente un apartado jardín amurallado
c. Un lugar a donde Jesús frecuentemente iba con Sus discípulos – Jn 18:1-2
3. Note el contraste entre el jardín del Edén, y el jardín de Getsemaní…
a. En el primer jardín, el primer hombre cayó por doblegarse a la tentación
b. En el segundo jardín, el Segundo hombre (ver 1Cor 15:47) rendido doblegándose a la voluntad de
Dios
[Sí, “El Jardín de Getsemaní” fue un lugar de victoria para Jesús (y consecuentemente también para nosotros). Pero la victoria no vino fácil, en tanto que notamos primero que nada que…]
I. EL JARDÍN FUE UN LUGAR DE SUFRIMIENTO
A. DONDE JESÚS EXPERIMENTÓ GRAN ANGUSTIA…
1. Fue a orar, acompañado solo por Pedro Santiago y Juan – Mt 26:36-37
2. Antes que empezará a orar, estaba “angustiado en gran manera” – Mt 26:37
3. Marcos registró que Él estaba “entristecido y angustiado” – Mr 14:33
4. Más tarde, Lucas registró que Él estaba “en agonía”, y era Su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra – Luc 22:44
5. Él estaba probablemente preocupado porque sabía que Su hora había llegado – ver Jn 12:27
a. Él sabía lo que era inminente, porque Él se lo había dicho a Sus discípulos tres veces – Mt 16:21; 17:22-23; 20:17-19
b. No hubo solo dolor físico que padecer, ¡sino también el peso de peso de nuestros pecados y la separación de Su Padre mientras Él era clavado por nuestros pecados en la cruz! – ver Isa 53:6; Mt 27:46
B. DONDE JESÚS PADECIÓ INTENSO DOLOR…
1. Él mismo lo describió como “Mi alma está muy triste; hasta la muerte” – Mt 26:38
2. El escritor a los hebreos se refiere a Sus ruegos y súplicas “con gran clamor y lágrimas” – Heb 5:7
3. De nuevo, ¡Su aflicción y dolor era parcialmente debido al hecho de que estaba llevando sobre Si mismo nuestros propias enfermedades y dolores! – ver Is 53:4-5
C. DONDE JESÚS ENCONTRÓ GRANDE SOLEDAD…
1. Él deseaba que Sus discípulos más cercanos velaran con Él – Mt 26:37-38
a. Aquellos que habían estado con Él desde el inicio – Mt 4:18-22
b. Aquellos que fueron el depósito de uno de Sus milagros más grandes – Mr 5:37-43
c. Aquellos que Lo vieron transfigurado en el monte – Mt 17:1-2
d. Incluyendo el discípulo “al cual amaba” – Jn 13:23; 19:26; 20:2; 21:7,20,24
2. Sin embargo después de cada episodio de oración, los encontró durmiendo – Mt 26:40-
41,43,45
a. Cuando Él deseo compañía para confortarse, no se encontró a nadie
b. El salmista predijo que esto pasaría – Sal 69:20
[Solo en Su angustia y dolor, nuestro Señor encontró en el “El Jardín de Getsemaní” un lugar de gran sufrimiento para Él. Entonces pasó algo. Antes que Él saliera a encarar la muchedumbre guiada por Judás para arrestarlo, Jesús encontró que…]
II. EL JARDÍN FUE UN LUGAR DE FORTALEZA
A. CUANDO JESÚS EXPRESÓ EN ORACIÓN AGONIZANTE…
1. La agonía en Su oración es:
a. Entendida por Su postura: “…se postró sobre Su rostro” – Mt 26:39
b. Oída es Sus palabras: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa” – Mt 26:39,42,44
2. Fue expresada por Jesús con “temor reverente”, y por tal motivo fue oída Su oración – Heb 5 :7
a. No que fuera quitada la copa (de sufrimiento)
b. Sino que Él fuera capaz de tomarla
B. CUANDO JESÚS TUVO UNA RESIGNACIÓN TOTAL…
1. Como es evidenciado por Sus palabras:
a. “no sea como Yo quiero, sino como Tú.” – Mt 26:39
b. “si no puede pasar de Mí esta copa sin que Yo la beba, hágase Tú voluntad.” – Mt 26:42
2. Cuando el primer hombre dijo “Mi voluntad sea hecha, no la Tuya…”
a. Fue abierta la puerta del torrente del pecado
b. El hombre fue arrojado del Paraíso de Dios
3. Pero cuando Jesús dijo “no sea como Yo quiero, sino como Tú…”
a. La victoria sobre el pecado y el acceso al Árbol de la Vida se hizo posible
b. Porque Jesús lo preparó al ir a la cruz para hacerlo posible
C. CUANDO JESÚS GOZÓ DE UN CONSUELO ESPECIAL…
1. Jesús recibió una respuesta a Su oración – ver Luc 22:43
a. No la respuesta que Él solicitó (pase de Mí esta copa)
b. ¡Sino la fortaleza de un ángel!
2. Como oraría posteriormente el apóstol Pablo – ver 2 Cor 12:7-10
a. Pidiendo al Señor que le quitara su aguijón en la carne
b. Recibiendo una respuesta diferente a la que solicitó, ¡pero más que suficiente para responder a la necesidad!
D. CUANDO JESÚS MANIFESTÓ UNA DETERMINACIÓN RENOVADA…
1. Fortalecido, Jesús estuvo listo para encarar la hora cercana – Mt 26:45
2. Estaba listo para enfrentarse a Su traidor y aquellos que estaban con él – Mt 26:46-47
CONCLUSIÓN
1. Así “El Jardín de Getsemaní” fue un lugar tanto de sufrimiento como de fortaleza…
a. Jesús entró al jardín sufriendo
b. Abandonó el jardín fortalecido en Su decisión
2. Note lo que cambió un lugar de sufrimiento en un lugar de fortaleza: ¡la oración!
a. La oración que es ferviente y persistente
b. La oración en la cual nos sometemos a la voluntad de Dios
c. La oración en la cual uno es fortalecido
d. La oración que nos capacita a enfrentar la copa de vida dada por ellos
3. Habrá ocasiones en las que debemos entrar en nuestro “Jardín de Getsemaní”…
a. Tiempos de angustia, de dolor, de soledad
b. Pero tales tiempos pueden ser también tiempos de consuelo y de fortaleza
— Proveamos tiempo para dedicar a la oración, y estemos dispuestos a aceptar la voluntad del Padre Jesús encontró la oración como la clave para convertir un jardín de sufrimiento en un jardín de fortaleza. Como cristianos tenemos una bendición similar en la oración:
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” – Fil 4:6-7
No debiéramos nunca descuidar el utilizar este regalo maravilloso, ¡especialmente y puesto que ahora tenemos al mismo Jesús para interceder en nuestra representación!
“Por lo tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de gracia para el oportuno socorro.” – Heb 4:14-16
“Por lo cual puede también salvar perpetuamente a lo que por Él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” – Heb 7:25
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