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Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.Lucas 1:38 |
TÍTULO: La Esclava del SEÑOR Por: pastor Danuel Brito
«Y María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y se marchó el ángel de su presencia.» RVR1977
«Entonces María dijo: —Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel se fue.» (Dios Habla Hoy)
INTRODUCCIÓN:
El tema de Navidad para algunas personas es uno de confusión. Eso suena extraño para nosotros que celebramos Navidad como la Encarnación del Verbo Eterno, el Hijo de DIOS. Eso es porque esas personas dicen que Navidad es una fiesta pagana. Pero llamar pagana a una fiesta que EXALTA al SEÑOR JESÚS es caer en la misma trampa puesta por los enemigos de JESUCRISTO. Así declaramos que nosotros CELEBRAMOS NAVIDAD, CELEBRAMOS la ENCARNACIÓN de nuestro SEÑOR y SALVADOR JESUCRISTO. Que DIOS bendiga Su Palabra predicada en esta noche.
LECCIÓN:
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Trasfondo. Una joven judía era normalmente prometida para el matrimonio como a la edad de 12 años, y se casaba un año después.i Así que, si esa costumbre fue seguida, podemos decir que María estaba en el comienzo de la adolescencia. Con eso debemos notar que no importa en qué etapa de la adolescencia ella estaba, ya que la respuesta al mensaje del ángel por su parte, nos deja grandes lecciones para cada uno de nosotros.
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Su significado. El Texto que hemos leído al comenzar nuestra lección en DOS Versiones diferentes, ha sido para aclarar un poco más lo que la palabra original SIERVA significa en la expresión de María. La Versión Dios Habla Hoy lo dice más cercano al idioma original: «Entonces María dijo: —Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel se fue.»
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El uso de SIERVA tal vez no dice del todo lo que María le dijo al ángel. Al decir ESCLAVA, quería decir como dice Kittim Silva: «María se consideraba propiedad del Señor.»ii
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Así el ejemplo de esta joven mujer que estaba dispuesta a aceptar las palabras del ángel sin poner peros.
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También María estaba poniendo su reputación en peligro, ya que ella todavía no había consumado su matrimonio.
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Debemos recordar que ella estaba COMPROMETIDA a José, lo que era ya un «matrimonio legal» sin haberlo consumado todavía, según las costumbres de aquellos tiempos.
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Así que María entiende por el mensaje del ángel, que iba a dar a luz sin ayuda de su marido José, ya que el embarazo era SOBRENATURAL, y responde: «…Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel se fue.»
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María muestra que ella había puesto su confianza total en el SEÑOR. Es decir, no solamente se consideraba PROPIEDAD DEL SEÑOR, sino que también acepta las consecuencias del embarazo en FE, confiando de esa manera en el PLAN DE DIOS.
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Su afirmación. La Biblia está llena de ejemplos de hombres y mujeres que respondieron al llamado de DIOS para SERVIR. Así nosotros debemos tomar esta lección para nuestros días y notar que todos tenemos que responder al llamado de SERVIR a DIOS de la manera que Él quiere.
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El profeta Isaías respondió con «…Heme aquí, envíame a mí.»
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(Isaías 6:8) «Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá de nuestra parte? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.» RVR1977
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Samuel respondió con: «… Habla, porque tu siervo oye.»
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(1 Samuel 3:10) «Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.» RVR1977
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Saulo de Tarso le dijo al SEÑOR JESÚS: «… Señor, ¿qué quieres que yo haga?»
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(Hechos 22:10) «“¿Qué debo hacer, Señor?”, le pregunté. “Levántate —dijo el Señor—, y entra en Damasco. Allí se te dirá todo lo que se ha dispuesto que hagas.”» NVI
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Así también nosotros debemos responder a DIOS para poder ser usados por el ESPÍRITU SANTO, cumpliendo el llamado a SERVIR. Teniendo la HUMILDAD de María quien se consideraba PROPIEDAD DE DIOS.
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Como dice Joselito Orellana: «Aquella actitud dócil y humilde debe ser la postura permanente del cristiano en relación con Dios, a fin de que él pueda realizar en la historia sus propósitos.»iii
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Hágase tu voluntad. (Lucas 1:38) ««Entonces María dijo: —Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel se fue.» (Dios Habla Hoy)
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En este último punto quiero enfatizar el deseo de esta joven mujer que se CUMPLIERA la VOLUNTAD DE DIOS.
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Como ya hemos dicho, ella se declara ESCLAVA del SEÑOR mostrando que ella pertenecía al SEÑOR.
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Los esclavos no tenían derecho, y eran propiedad de su amo.
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Así que ESCLAVA del SEÑOR quiere decir que su VOLUNTAD estaba ATADA a la VOLUNTAD de DIOS.
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El SEÑOR JESÚS enseñando a Sus discípulos como orar, les dice que digan HÁGASE TU VOLUNTAD (Mateo 6:9).
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Con eso aprendemos que nuestra voluntad debe estar sometida a la VOLUNTAD de DIOS.
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El apóstol Pablo es otro ejemplo sobre la manera que él se consideraba también un ESCLAVO del SEÑOR. En algunas de sus Epístolas, Pablo comienza: «Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios» (Romanos 1:1) RVR1977
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Aquí también SIERVO es «esclavo».
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Así él podía decir cómo les dice a los Gálatas:
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«Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.» (Gálatas 3:20) RVR1977
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Debemos poner atención a la necesidad de SOMETER nuestra voluntad a DIOS en estos tiempos tan difíciles, donde el secularismo nos acecha por todos lados.
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Las pruebas de la vida son muchas, y también las tentaciones a hacer lo que no debemos hacer.
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Así que María nos deja una gran lección sobre cómo debemos reaccionar al llamado de DIOS, y es SOMETIENDO nuestra voluntad a DIOS.
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Que en esta Navidad podamos acercarnos al SEÑOR SOMETIDOS a Su SANTO ESPÍRITU, haciendo Su Voluntad no solamente en el área ministerial de la iglesia, sino también en nuestro diario vivir.
Conclusión
Notas:
i R. T. France, Teach the Text Commentary Series, Luke, p. 14, Baker Books: 2013.
ii Kittim Silva, Bosquejos para Predicadores, tomo 1, p. 299, editorial CLIE.