sueños

Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.

Joel 2:28

La vida es el mayor regalo que podemos tener. Desde el primer instante de nuestra existencia, la vida se convierte en un camino que recorremos hasta llegar a la meta. Dios nos ha llamado a la vida y tiene un proyecto de amor, un sueño para cada uno de nosotros.

Cumplir su sueño consiste en recorrer un camino, el camino de amor que Dios ha pensado y diseñado para cada uno.

Todos tenemos experiencia de una peregrinación, de una caminata, donde a veces, este camino está marcado por dudas, miedos o inseguridades; otras veces descubrimos que la compañía de las personas nos ayuda a seguir caminando o a dar respuesta a nuestras preguntas. Sin embargo, en otros momentos vemos que es necesario parar y pensar qué sentido le estoy dando a mi vida.

— ¿Qué camino sigues? ¿Hacia dónde diriges tu vida?

— ¿Qué circunstancias te rodean? ¿En qué personas encuentras apoyo? ¿Cómo influyen en tu vida?

— ¿Te has preguntado si tu camino es el mismo que Dios sueña para ti? ¿Qué meta ha marcado Dios para ti? ¿Coinciden tus sueños con el sueño que Dios tiene para ti?

— ¿Qué te puede pasar, si aceptas seguir el sueño que Dios tiene para ti?

— ¿Te has preguntado alguna vez qué quiere el Señor de ti?

¿Y cómo puedo saber lo que Él me dice y espera de mí? Yo te diría que es necesario ponerse a la escucha, dedicar un tiempo a orar con Dios, hablar con Él y escuchar qué quiere de ti, qué ha soñado para ti.

Para ayudarnos vamos a realizar esta dinámica, utilizaremos una ficha en la que dibujamos tres círculos concéntricos, siguiendo estas instrucciones:

El círculo central representa el yo. Dentro del mismo escribiremos todas aquellas cosas que nos definen y aquellas que nos gusten, apasionen o a las que aspiramos.

En segundo lugar, piensa y escribe los nombres de aquellas personas que han influido o están influyendo en tu vida.

Las colocarán, por orden de importancia, más o menos cerca del círculo central. Pueden utilizar tanto el círculo 2 como el 3 o el 1.

Junto a cada nombre ponen palabras o frases que recojan y reflejen los mensajes que creen que esas personas les están transmitiendo o les quieren transmitir.

Fuera de los círculos escriben mensajes y valores que el entorno y la sociedad les está enviando y pueden influir en su vida.

Una vez escrito todo, remarca aquellas personas, mensajes y cosas más positivos para ti y tu futuro.

Ahora qué papel juega Dios en la historia de cada uno. Podemos hacerlo ayudándonos a reflexionar con la ayuda de lo siguiente:

Seguramente, alguna vez hemos escuchado que Dios tiene mucho que ver en la forma de ser y en la vida de las personas. A través de los acontecimientos de nuestra vida, Dios nos habla. Él pone a nuestro alrededor personas por las que se comunica con nosotros.

Y de esta manera nos muestra el sueño que ha pensado para cada uno de nosotros.

— Mirando vuestra vida desde esa perspectiva, ¿puedes ver a Dios presente en ella o influyendo de alguna manera?

— Piensa en las personas que hay a tu alrededor… ¿quizá alguna de ellas puede ser un “enlace” entre Dios y tú? ¿Han despertado en ti alguna inquietud hacia Dios?

— ¿Y en las circunstancias que te rodean…? ¿En alguna de las cosas que te pasan o han pasado puede estar “la mano de Dios”?

— Piensa ahora también en cómo eres… ¿crees que Dios tiene algo que ver en todo esto? ¿Qué ha influido (aunque sea de forma indirecta) en cómo eres, tus capacidades, tus inclinaciones, tus ilusiones, tus sueños…?

— ¿Crees que Dios tiene un sueño pensado para ti, un proyecto de amor del que quiere hacerte partícipe? ¿Hacia dónde te lleva su amor?

Y ahora para finalizar:

1. ¿Qué crees que tienes que hacer con tu vida en este momento?

2. De todo esto que ves delante, ¿qué crees que debes tener en cuenta en tu vida? ¿Qué “mensajes tienes que escuchar” para cumplir el sueño de Dios?

Solo recuerda que:

El sueño de Dios fue formarte y lo hizo.

El sueño de Dios fue amarte con amor eterno, y lo hizo.

El sueño de Dios fue acercarse a ti para que le oigas y le conozcas, y lo hizo.

El sueño de Dios fue conseguir la reconciliación contigo, y lo hizo.

Queda por cumplirse un sueño de Dios, y ese sueño tiene que ver contigo, ese sueño es que Dios, quiere darte perdón de pecados y vida eterna.

Ahora viene lo importante, porque el que se cumpla ese sueño de Dios contigo, depende solamente de ti. Dios ya ha hecho su parte mandando a Su Hijo para pagar por tus pecados en la cruz del calvario y poder ofrecerte el perdón de pecados y la vida eterna, ahora te toca hacer la tuya (creer o no creer), y lo vemos en este versículo:

Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.”


Tendrán sueños y visiones – Andrés Corson – 24 Enero 2016

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